Los nuevos mecanismos de reducción de emisiones se suman a las dudas en las proyecciones mundiales. Consumo tendrá un rol clave.

La sostenibilidad será uno de los eslabones que conformará la estructura del comercio exterior en el 2023, un período en el cual la incertidumbre también seguirá presente como flagelo de los choques macroeconómicos que sucedieron este año.

Este apartado de la sostenibilidad se vislumbra como clave en el futuro cercano en aras con los esfuerzos de los países y distintas industrias por aumentar la descarbonización de las industrias y de cada etapa que las componen.
No obstante, antes de siquiera pensar en lo que está por venir, el sector enfoca sus esfuerzos en cerrar el 2022, un año donde se esperaba que las dinámicas se estabilizaran, como por ejemplo el costo de los fletes. Si bien fue así, sucedió con dos fenómenos particulares que aumentaron sus temores: los cierres forzados por la política de covid-cero en China, despensa de manufacturas del mundo y la invasión de Rusia a Ucrania. Leer más.