El Congreso de Estados Unidos permanece paralizado por un cierre gubernamental que ya acumula días de bloqueo sin indicios de solución. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, advirtió que este cierre podría llegar a ser el más largo de la historia, pues insiste en no negociar con los demócratas mientras éstos no acepten eliminar sus exigencias en materia de financiamiento de salud.

    La disputa gira en torno a las subvenciones médicas contempladas en la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible (Obamacare), cuya extensión es esencial para millones de estadounidenses. Los demócratas exigen su mantenimiento, mientras que Johnson y la mayoría republicana se niegan a avanzar sin concesiones previas de su parte.

    Mientras tanto, los efectos prácticos del cierre ya se manifiestan: miles de empleados federales han sido despedidos o suspendidos, museos como los del complejo Smithsonian están cerrados y el tránsito aéreo se ha visto afectado por interrupciones en vuelos y operaciones aeroportuarias caóticas. Además, se ha denunciado que el Ejecutivo está seleccionando quiénes siguen cobrando conforme a fondos alternativos o partidas obligatorias, generando inquietud sobre la legalidad y equidad de esas decisiones.

    Las expectativas de reabrir el Gobierno son bajas: el Senado ha intentado aprobar propuestas fallidas, la Cámara Baja está fuera de sesión y Johnson rehúsa convocar a sus miembros (situando una hipotética solución hacia finales de mes). En este contexto, analistas advierten que este cierre podría superar los 35 días del anterior récord de 2019, lo que acentuaría la crisis institucional y aumentaría la presión política sobre ambas partes.

    Tomado de: Euro News, Univisión y CNN en español.