La Organización Internacional del Trabajo advierte que el 2024 no arranca con noticias positivas para el mercado laboral, que tendrá que desafiar la caída de la productividad, la rudimentaria adopción de últimas tecnologías y la incertidumbre económica.

El mercado laboral mostró ser resiliente en 2023, dice la Organización Internacional del Trabajo en su informe anual de ‘Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo’; sin embargo, todo parece indicar que este año será difícil mantener esa resistencia y sobreponerse a los factores que presionan al empleo.

Según el organismo, el año anterior cerró con una tasa de desempleo mundial del 5,1% y una reducción en el déficit de empleo por debajo de los niveles prepandemia (aproximadamente 435 millones de personas estaban en necesidad insatisfecha de empleo). 

En Colombia, el mercado laboral también mostró una moderada recuperación, volviendo la tasa de desempleo a un dígito: para noviembre de 2023, la tasa de desocupación nacional fue de 9,0%, según los datos más recientes del Dane. Para ese mismo periodo, la tasa global de participación fue de 64,1% (vs. 63,4% en 2022) y la tasa de ocupación fue 58,3% (vs. 57,4% en 2022). Las estadísticas con corte a diciembre se publicaron el 31 de enero cuando ya había cerrado esta edición. 

Jackelin Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, concuerda en que el mercado laboral mostró resistencia en el 2023, pese a la desaceleración económica. No obstante, enfatiza, en que la reacción del empleo frente a la actividad económica no es inmediata. 

“Si bien durante 2023 la economía colombiana siguió generando empleo, el ritmo de creación de empleo fue disminuyendo con el paso del tiempo. Para julio de 2023 se registró un aumento en el número de empleados de algo más de un millón de personas, pero en el último dato a noviembre, la generación de empleo bajó a ser del orden de 700 mil puestos”, explica.

El informe de la OIT sugiere que es una tensa calma y que en el 2024 se resentirá el empleo; según sus estimaciones, 2 millones más de personas buscarán empleo este año, lo que elevará la tasa de desempleo a 5,2%. Mientras que un 58% de la fuerza laboral seguirá en la informalidad.

“A medida que se endurecen las condiciones financieras mundiales, los países en desarrollo con altos niveles de endeudamiento se exponen a un riesgo de rápida desestabilización económica que perturbará el empleo, las condiciones de trabajo y el crecimiento salarial”, reza el informe.

El panorama de Colombia no dista mucho de lo que plantea la OIT. “Estimamos que la lenta expansión de la actividad productiva en 2023, cercana al 1%, así como el bajo crecimiento estimado para 2024 de 1,8 %, van a generar impactos rezagados en el empleo, con lo que el comportamiento del mercado laboral se deterioraría en 2024”, afirma Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.

Desde el centro de investigación económica también aseguran que el escenario base de desempleo para el promedio de 2024 se ubica en 11,0 % y, en el peor de los casos -con una actividad económica que no repunte o la aprobación de la reforma laboral tal y como está-, alcanzaría a rondar en 13,0 %. 

“En Scotiabank Colpatria esperamos que la creación de empleo se siga moderando. Colombia está todavía atravesando un contexto de consumo e inversión moderada que podría reflejarse con más fuerza en la dificultad de generación de empleo”, dice Piraján y, agrega, “esperamos que más tarde en el año, en un contexto de mejoría leve de la economía, el empleo se mantenga estable”.

Ello no quiere decir que las empresas no estén pensando en sumar más personal, de acuerdo con María Claudia Lacouture, presidente Alianza ALIADAS y de la Cámara Colombo Americana, “el mercado laboral se está estabilizando paulatinamente”. Lacouture cita la Encuesta de Expectativas de Empleo de ManpowerGroup, en la que se estima que la Expectativa Neta de Empleo para el primer trimestre de 2024 es de 31%, un punto porcentual por debajo del trimestre anterior, pero estable.

Desequilibrios

Si bien en el 2023 se vio una recuperación de la tasa de actividad, como sugiere la OIT, en las economías avanzadas se evidenciaron diferencias por sectores. El informe acota que “pese a la rápida recuperación de las tasas agregadas de actividad, los sectores con trabajadores esenciales han manifestado su dificultad para atraer personas que asuman la creciente demanda de trabajos de cuidados, transporte y comercio al por menor”.

No son los únicos sectores que batallan para conseguir mano de obra, también la industria manufacturera, la construcción y las TIC.

En el caso de Colombia, Mejía indica que el total de ocupados aumentó 3,6%  entre enero y noviembre de 2023, siendo el sector de alojamiento y servicios de comida el que más contribuyó a esta variación positiva (creció 11,0% y aportó 0,74 puntos porcentuales). En cambio otros sectores como suministro de electricidad, agua y gas decrecieron 0,6% en el mismo periodo. Las industrias manufactureras, administración pública, construcción, agricultura, actividades financieras y comercio mostraron crecimiento en el empleo, pero menores al total de ocupados en el periodo.

Piraján asegura que el grueso de los sectores experimentaron una reducción en el ritmo de generación de empleo, pero han sido sobre todo las actividades de manufactura, comercio y reparación de vehículos y las actividades financieras las que más sintieron este efecto, esto en un contexto de altas tasas de interés e inflación, así como la caída de la inversión, que golpeó el consumo e impactó la contratación.

En contraste, el sector público tuvo un mejor comportamiento en la generación de empleo, sobre todo en defensa, educación y salud; mientras en el sector privado, se ha concentrado el empleo en los servicios de alojamiento, comida, entretenimiento y transporte.

Respecto a la mencionada escasez de talento, Mejía de Fedesarrollo cita un estudio de ManpowerGroup, de 2024, en el que se indica que sectores como TIC, transporte, comercio e industria tienen dificultades para conseguir personal. 

“Esta situación aparece por la falta de habilidades sociales y técnicas demandadas por estos sectores. Sin embargo, al comparar a Colombia con otros países, se observa que, en promedio, la escasez de talento humano en Colombia (66%) es menor a la presente a nivel global (75%)”, cita el experto. Estos sectores se han ido recuperando en capacidad de generación de empleo, con excepción de construcción y comercio.

Algunas de las habilidades demandadas por el mercado y en las que se debe fortalecer el talento humano disponible, menciona Lacouture, son TI y análisis de datos, ingeniería, ventas y marketing, operaciones y logística y manufactura y producción.

Respecto al comportamiento del mercado laboral según sexo, la OIT destacó la velocidad con que la actividad femenina mejoró; sin embargo, la brecha continúa en niveles que llaman la atención. Un fenómeno que se evidencia especialmente en los países emergentes y en desarrollo.

En Colombia, las últimas cifras del Dane, muestran que la tasa de desocupación para las mujeres fue de 11,1% en noviembre de 2023 y la de los hombres fue de 7,4%, lo que deja todavía una brecha por cubrir. La entidad resaltó que la diferencia es de 3,7 puntos porcentuales, una de las más bajas desde noviembre de 2016, cuando se ubicó en 3,6 puntos porcentuales.

Productividad

La tecnología prometía ser la aliada para impulsar la productividad, que continúa sin levantar cabeza. No obstante, pese al desarrollo y la inversión que han hecho las empresas en nuevas y mejores soluciones, esto no ha tenido un mayor impacto en la productividad, como sostiene la OIT. Lo anterior está asociado a una implementación basada en el ‘ensayo y error’, en el que los equipos siguen sin saber cómo sacarle el máximo provecho a las distintas tecnologías, como la IA generativa.

“Ante el desafío continuo de aumentar la productividad de los colaboradores, los líderes de Recursos Humanos deberían adoptar un enfoque integral que considere el diseño del trabajo, los avances tecnológicos y el desarrollo del capital humano”, indican desde Buk.

El informe ‘Top 5 Priorities for 2024’ de Gartner indicó que un 50% de los empleados cree que su rendimiento actual es insostenible, lo que les genera ansiedad por la productividad. 

Para revertir esta racha de baja productividad, en el escenario colombiano, “desde Fedesarrollo se ha propuesto que la prioridad debe estar enfocada en políticas públicas que tengan como objetivo crear empleos más productivos y de mejor calidad, a través de, por ejemplo, reformar las contribuciones a la seguridad social y a cajas de compensación, fortalecer la pertinencia de la educación para el trabajo y mejorar los servicios de economía del cuidado”, apunta Mejía.

Según el centro de investigación económica, la baja productividad de Colombia se asocia a la informalidad laboral y empresarial del país, que no permite ofrecer mejores condiciones de trabajo.

Además de atender a la precarización del mercado laboral, las empresas deberán trabajar en redefinir el rol de cada uno de sus empleados en la organización, encontrar fortalezas y dónde optimizar procesos, así como desarrollar las competencias necesarias para integrar la tecnología de forma efectiva.

“Colombia debe adaptarse a las tendencias tecnológicas y laborales, donde los humanos y las máquinas puedan crear sinergia para la innovación empresarial, el avance comercial y la adaptación a los nuevos modelos organizacionales en pro de la productividad”, concluyen desde ALIADAS.

Publicado por Forbes

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