La Reserva Federal desconfía de la evolución de los precios por la elevada inflación subyacente.

La inflación de Estados Unidos se disparó por sorpresa en junio de 2022 hasta el 9,1%, su máximo en cuatro décadas. Las Bolsas reaccionaron a la baja y la Reserva Federal acentuó las subidas de los tipos de interés. Tras esa cota, la inflación ha ido bajando todos los meses hasta reducirse a la tercera parte y situarse en el 3% en junio pasado, según los datos que ha hecho públicos este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales. La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía se encuentra más alta, en el 4,8%, pero también ha bajado con respecto al 5,3% de mayo.

La caída de la inflación interanual estaba cantada. En junio de 2022 los precios subieron un 1,3% mensual. En este último junio han subido un 0,2%. El efecto base, esto es, eliminar ese mes del cómputo anual, garantizaba un descenso desde el 4% de mayo. Las previsiones de los analistas apuntaban a una inflación general del 3,1% y subyacente, del 5%. Sin embargo, en una de esas paradojas de los mercados, los inversores esperaban que la inflación se situase por debajo de lo esperado. Así ha sido.

Los precios suben al menor ritmo desde el 2,6% de marzo de 2021. Desde entonces empezó a descontrolarse por los atascos en la cadena de suministro, la liquidez inyectada durante la pandemia, el aumento de la demanda al irse eliminando las restricciones sanitarias y, más adelante, la guerra de Ucrania y su impacto sobre la energía, los alimentos y las materias primas. Ahora son los productos energéticos, con una caída del 16,7% interanual (26,8% en el caso de la gasolina), los que dan un respiro. Los alimentos siguen subiendo (un 5,7% interanual), pero menos (solo un 0,1% mensual en junio).

La inflación aún sigue claramente por encima del objetivo de estabilidad de precios, fijado por la Reserva Federal en el 2%. Además, la inflación subyacente está muy por encima, lo que lleva a los responsables del organismo que preside Jerome Powell a desconfiar. Tras la pausa de junio pasado en la escalada del precio del dinero, el banco central se dispone a volver a elevar los tipos de interés el próximo 26 de julio, situándolos en el nivel más alto desde 2001. Leer más.

Imagen recuperada de: El País